viernes, 27 de abril de 2018

No queda otra que conocer a gente maravillosa

Si tengo un hijo maravilloso no me queda otra que conocer a gente maravillosa, no todo es incomprensión, miradas extrañas y comentarios fueras de lugar.
Tengo la suerte de haber conocido a mamás luchadoras dignas de admiración, profesionales como la copa de un pino, personas anónimas con una sensibilidad y empatía poco común y profesoras y monitoras que simplemente son ángeles.

Hoy ha pasado algo maravilloso que nunca olvidaré, quizas para ellas haya sido un gesto sin importancia pero para mí ha sido muy emocionante.

Martín está hospitalizado, por nada importante por fortuna, por ello ha faltado al colegio. Esta mañana ha llamado su seño, algo que me ha encantado, para interesarse por él, y al rato llamo su monitora, he puesto el manos libres para que hablara con ella, el con un hilo de voz porque aún estaba muy débil pero sonriendo, de repente ella pone también el manos libres y se escucha a todos los niños de la clase vitoreando su nombre, Martincho,Martincho!!!!! Gritaba todos, yo con media lágrima fuera y Martín feliz.
Son estos detalles los que te hacen tener fe en la humanidad.
Gracias María José Storm y Adela Ramírez

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