domingo, 12 de mayo de 2024

Gracias

Este post se lo dedico a alguien ( es persona ya sabe quién es).

Hace años que no escribo, este blog lo cree más bien para desahogo personal, aunque sé que ha ayudado a algunas mamás, nunca pretendi nada de él, de hecho lo cree para enseñar las manualidades que hacía mientras Martín dormía, pero lo borre todo para hablar de mis cosas...


Martín ya tiene 12 años, aún no me lo creo, es un preadolescente maravilloso, es guapo a rabiar y muy muy listo. Pero Martín tiene autismo, Martín es distinto.....

A esta edad los niños salen, entran, engañan a sus padres para irse al barrio de al lado porque está la niña que le gusta, quedan para ir al burguer o a jugar al futbol. Martín no tiene amigos....

No nos quejamos, es un niño muy muy querido, todo el mundo lo adora pese a que tiene un carácter complicado, todo el mundo lo ayuda. Todo el mundo que lo conoce claro, una vez salimos de su entorno todo cambia....

Y a ver lo entiendo, es un niño de 12 años, nadie entiende que un niño con ese cuerpo a veces tenga un comportamiento de un niño de 5...

Hoy hemos ido a una verbena en el parque y había una tómbola, él ahora tiene fijación con los martillos, si apenas lo entiendo yo que soy su madre que voy a esperar de los demás....
La tómbola rifaba un martillo de estos de bebé que hacen ruido, él quería uno. Pero la vida es una Tómbola¿no? O eso cantaba la Marisol y no le ha tocado el martillo de los cojones, le ha tocado un DVD de la banda de música de la hermandad de sabrá tú dónde.....cualquier niño hubiera dicho que mala suerte, tira el DVD a la basura y adiós muy buenas, cualquier niño, pero el no.... No lo ha entendido, ha llorado y ha entrado en crisis, y yo he intentado explicar a los chicos de la tómbola que me me daba igual lo que me costará pero que por favor me dieran el puñetero martillo sin rifar, que estaba dispuesta a pagar lo que fuera....
Me ha ocurrido dos cosas.
 Uno que decía que le daba igual, que eso era una rifa y que nos teníamos que aguantar y le daba igual que un niño, para él mayor, llorará por ello.
Y dos, un chico que ha entendido mi angustia y me ha dicho que pagará el boleto y que nos lleváramos el martillo (gracias, no sabes el bien que nos has hecho).

Mi hijo por fin dejo de llorar y por fin dejamos de sentirnos observados por los demás.


Una vez nos fuimos, le pedí que de adelantará, que su padre lo esperaba más adelante y yo, bueno pues yo como madre que todo lo puede y resuelve los problemas, me he quedando en una esquina llorando sin que nadie me viera sintiéndome sola, incomprendida, observada y juzgada....

No es tan difícil y a la vez lo más complicado, solo hay que dejar de juzgar y ayudar a alguien que te lo pide

Al chico que me ha ayudado en la tómbola gracias.
Al chico que no quería ayudarme te deseo suerte en esta vida, espero que nunca necesites ayuda.
A la persona que me ha animado a seguir escribiendo simplemente te quiero.....